Contenido Estratégico

El contenido estratégico es uno de los temas que más atención exigen en la actualidad. El ecosistema web está conformado por la constante publicación de contenido que se realiza de manera personal, grupal o comercial.

No es gratuito que se hable de marcas y no de personas. Y es que en internet las personas, en el pasado lectores y ahora usuarios, tienen la potestad que antes estaba restringida a los poderes hegemónicos o aquellos entes que buscaban homogeneizar la opinión pública: la publicación y difusión del contenido. Fenómeno que también se suele nombrar como democratización de la información; en el que cualquier persona, a través de herramientas sencillas como los blogs o redes sociales, puede compartir sus ideas.

El gobierno, los medios y demás grupos que hacen parte de lo que se considera el poder clásico, ya no están solos en esa ardua tarea —que en la actualidad se está volviendo tan superflua—de la creación de contenido. No había, y podría decirse que no hay, mejor aliado que el contenido estratégico. La historia contiene diversas muestras de lo anterior: ideas y discursos que han logrado influenciar la vida de millones de personas. La política, el marketing, entre otros, son ejemplos generales del planear, a modo de una partida de ajedrez, lo que se dirá; todo con el fin de ganar adeptos o partidarios.

Entonces, ¿cómo no tener en cuenta lo anterior, incluso cuando se publica el perfil personal en una red social como Facebook o LinkedIn? Y más aún, ¿cómo no partir de las premisas básicas del contenido estratégico para emprender, admnistrar un medio de comunicación o gestionar una comunidad?

Lo cierto es que que la única manera de maximizar el alcance y valor de una publicación es haciéndola estratégica. Esto significa, entre otras cosas, que el contenido estará dirigido a una audiencia específica y su personalización logrará no sólo más cantidad de visitas sino también coherencia con los objetivos previamente planteados.

Pero vayamos despacio. Hablar de contenido estratégico es:

1. Referirse a un plan de acciones que, además de contar con un objetivo general y diversos objetivos específicos, busca conseguir resultados tangibles y, por lo tanto, medibles.
2. Saber que poco o nada tiene que ver con la publicación de un post o un artículo en un blog, o la actualización de las redes sociales de una marca. Sino, al contrario, más que una acción singular como puede ser las mencionadas anteriormente, se trata de acciones en plural, es decir, un conjunto de actividades que han sido planeadas con anterioridad. Para lograrlo: seis preguntas clave para ir más allá de publicar contenido en internet
3. Ser consciente hasta la mas nimia o insignificante publicación tiene una porqué, una razón de ser.
4. Recordar que, como se mencionó en Imágenes estratégicas en tu contenido, “el contenido no es estratégico si, una vez elegido el objetivo, no se le da la misma importancia a lo visual y a lo escrito. En otras palabras, los elementos visuales, escritos y sonoros deben considerarse piezas claves en cualquier estrategia de contenido. Pensar en estos como unidades independientes disminuirá el alcance que puede llegar a tener cualquier mensaje”.
5. Conocer la debilidades de la marca y, de ser posible, aprovechar estas debilidades como oportunidades para generar conversación o apoyo por parte de la comunidad. Involucrar a la audiencia, por ejemplo, en lo que “se quiere mejorar”.
6. Dar espacio para la creatividad e intuición dentro del plan de contenido y aplicar, por ejemplo, estos tres pasos para crear una inspiradora estrategia de contenido. Estos ayudarán a que toda estrategia de contenido contemple tres preguntas básicas: por qué, cómo y qué.  Así, se identificará qué tipo de contenido ayuda a crear valor y a consolidar una comunidad alrededor de una marca.
7. Estar abierto a la reacción de la audiencia para generar nuevo contenido. En otras palabras, analizar  y escuchar antes de crear y publicar nuevo contenido. De allí la importancia de saber cómo escuchar de manera estratégica a los usuarios
8. Reconocer que la conversación es el primer resultado tangible de una adecuada estrategia de contenido. De hecho, la conversación debe ser la base de toda estrategia de social media. Después de esta se podrán alcanzar otros objetivos como involucramiento e identificación por parte de la audiencia.
9. Visualizar o vislumbrar situaciones que se pueden presentar y, con antelación, crear el contenido que apoyará los objetivos de la marca. Una excelente manera de obtener autoridad, credibilidad y, por supuesto, evitar una posible crisis.
10. Utilizar los miedos, apegos, alegrías; cualquier emoción para crear contenidos que sean de interés para la audiencia. Contenidos que, idealmente, permitan co-creaciones. Dando oportunidad a que la creatividad aumente el engagement de las publicaciones.
11. Entender que es vital darle vida a una comunidad online a través de un relato, pues, “el relato de una marca es tan importante como el propio nombre. Es el que sustenta y le da autoridad al porqué de una empresa o producto”.

Tomado de: http://ibrika.co/11-cosas-necesitas-saber-contenido-estrategico/